Exploro y persigo la continua búsqueda de la calma y la conexión íntima con uno mismo a través de la interacción de la vibración del color, la materia y la energía del Universo. Inspirada en los principios de la Cábala, tomo como referencia las sefirot:
• Guevurá, que representa la fuerza y el rigor,
• Netzaj, que simboliza la victoria y la persistencia,
• Jesed, que encarna la misericordia y la bondad.
Me sumerjo en los matices emocionales y espirituales de estas emanaciones utilizando el pigmento, la forma y la materia. Mi propósito es ofrecer una experiencia sensorial que permita al espectador convertirse en un canal, estableciendo una conexión que trasciende lo terrenal y se entrelaza con lo divino.
La flor, en su forma y apariencia, se convierte en un símbolo de la dualidad femenina y masculina, reflejando la complejidad inherente al ser. Cada pieza que compone este nuevo proyecto es una plegaria visual y sonora, un llamado a la trascendencia y al entendimiento profundo de las energías que nos rodean y nos conforman.
PK
2024